El Aumento

Es la tarde. Con esa calma que da el sol de la tarde, con esa calma que tiene el viento que sopla por la tarde, con ese silencio que invade las casas que pierden los niños por la tarde. Gritos aislados desde el parque, risas, que nacen desde un parque de clase media baja, un parque de interes social.
El sol entra por la pequeña ventana, la mujer lava los ultimos platos de la comida bañada por los tenues rayos del sol. Una mujer mayor esta sentada a la mesa de la cocina-comedor-desayunador. Ambas mujeres hablan en voz baja, como si alguien pudiera escucharlas. Las paredes son delgadas, los vecinos pueden escuchar. Raul no puede seguir asi, no gana casi nada, los niños crecen, cada dia la vida esta mas cara, ya no lacanza para nada, Raul debe de hablar con su jefe, exigir aumento de sueldo, de nada sirven las prestaciones, la casa se deteriora, ahi vienen otra vez las lluvias, las goteras ya tienen mas de un año. La mujer entrada en años tienen lagrimas en los ojos, habla, busca explicaciones, mira al cielo que esta personificado por un techo bajo lleno de cochambre, se siente un peso para su hijo, pero ¿a donde va ir?. No señora usted es su madre, usted se queda aqui, no puede andar dando lata en otro lugar, esta es su casa.
Raul dormita, el camino a casa lo arrulla, 2 horas de ida, 2 horas de regreso. El sol es su compañia durante el viaje. Dormita y piensa, piensa y se preocupa, se preocupa y se deprime, se deprime y se derrota. Como explicar que no hubo aumento, que le dijeron que si queria y si no gracias, como hacerle frente a los gastos, que decirle a su esposa, ¿como aguantar la cantaleta de su madre?, se prepara para oir los reproches, reproches de una vida, reproches ciclicos, monotonos, desde la combi ve la entrada a la colonia, toma aire. La combi frena, el baja mientras la combi avanza. Camina cansado, agotado, tiene el espiritu cansado. Pasa por el parque de tierra y columpios oxidados, sus hijos levantan la mano y lo saluda, Raul medio levanta la mano, medio los saluda, le duele el corazon, el alma al verlos sudorosos y sonriendo, le duelen las ganas al verlos y adivinar que su futuro sera igual o menor que el de el.
La puerta se abre. La madre le hace una mueca a la nuera, la anima a preguntar sin decir nada, con tan solo la mueca. La mujer se seca las manos en el delantal. La madre se pone de pie y mete las manos en su delantal. Raul sube las escaleras y cierra tras de si la puerta de su recamara. La mujer le hace muecas a la suegra, camina hacia las escaleras, con gesto de lo hare, le preguntare. Raul se sienta sobre la cama, del cajon de su buroe saca una pistola. La mujer empieza a subrir las escaleras pronunciando el nombre de su esposo. Raul pone el cañon de la pistola dentro de su boca. La esposa toma la perilla de la puerta y la gira. La madre sube con lentitud de cansancio los primeros escalones. Raul, el gatillo va corriendose hacia a tras. La puerta se empieza abrir. Raul termina de jalar el gatillo. La puerta esta abierta. La cabeza de Raul chicotea. Un sonido sordo, seco, lleno. La pared colo azul pastel se llena de sangre. La esposa corre desesperada hacia el marido. La cabeza de Raul va regresando a su lugar, la pistola va cayendo de sus manos, la boca se esta cerrando. La mujer alcanza a detener el cuerpo que va en caida libre hacia el suelo. Con sus manos la mujer trata de tapar el hoyo de la parte trasera del craneo por el cual sale y sale y sale sangre. La madre sube la escalera sin notar que lo hizo sin dificultad. La mujer de rodillas detiene el cuerpo. La madre en la entrada del cuarto, parada fria ne silencio, se limpia las manos en el delantal y busca una sabana blanca. Raul ya no oye, ya no huele, ve una luz blanca, siente descanzo. La mujer tiene las manos llenas de sangre, llora.
Labels: cuento
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